Las exigencias de la ONU en relación a la oferta, materiales utilizados y prácticas, junto con las restricciones de seguridad nos han puesto a prueba en uno de los congresos (Cumbre) más complicados que hemos realizado. Hemos tenido la oportunidad de trabajar estrechamente con IFEMA, verdaderos artífices del evento, y en tiempo récord se pusieron en macha servicios, a priori complicados debido al poco tiempo de planificación.
Nuestro departamento de logista ha tenido que reinvertirse como consecuencia de las fuertes restricciones de seguridad en los accesos, solo habitados de 22h a 6h, aunque los servicios se producían durante las 24hs del día.
Aunque Grupo Mónico lleva trabajando en una línea más sostenible durante mucho tiempo, la Cumbre ha servido para exigirnos mucho más al respecto, adaptando nuestra gastronomía no solo a todas las diferentes nacionalidades de los asistentes, sino también a los requisitos adicionales en materia de sostenibilidad.
No menos importante ha sido poner en marcha un dispositivo especial de contratación de personal casual. A este respecto, como bien es sabido, la organización de personal para un congreso multitudinario es clave, ya que es el mayor coste que soportamos.