Podemos decir de la Rioja que es un destino muy cómodo, manejable, amable, con infraestructuras excepcionales para la reuniones que se celebran en España. Y con el especial aliciente como es el gastronómico y enológico, dos aspectos absolutamente fundamentales a la hora de decidir el destino para nuestros clientes.

Pero en esta ocasión quiero centrarme en una defensa del asociacionismo que favorece especialmente a destinos pequeños como es el riojano.

Formar parte de OPC España como una diecisieteava fracción del tejido empresarial de nuestro sector nos permite y nos da acceso directo a todos esos colegas, partners, clientes y en definitiva agentes-actores, para poder invitarles personalmente a que conozcan nuestro destino y lo contemplen como alternativa real para sus próximas producciones.

Y si contemplamos la potencia que el Foro MICE aporta en ese sentido, no podemos por menos que defender a ultranza la pertenencia a estas asociaciones.

En un mercado cada vez más globalizado, cada vez más agresivo, cada vez más necesitado de captar nuevos usuarios, un destino pequeño, con recursos muy limitados, tiene una especial dificultad para competir con grandes cuentas de destinos MICE.

Gracias a nuestra integración en estos colectivos, aquí estamos: alzando nuestra voz y brindando oportunidades a profesionales, que quizás no tendrían en cuenta nuestras opciones.

Es por ello por lo que la Rioja desea presentarse ante las firmas más destacadas dentro del sector de reuniones en el próximo Puchero que OPC España celebrará en octubre.

Podrán conocerse opciones en el destino, venues, actividades, instalaciones y una pequeña parte de nuestro carácter a través de nuestra gastronomía, y por supuesto, a través de nuestros vinos.

Imagina el final de una jornada congresual, con la visita a un templo del apreciado vino de Rioja, disfrutando de sus caldos mientras contemplas los viñedos que rodean la bodega. Y manteniendo esas reuniones informales que nos proporcionan los actos presenciales durante una exquisita cena en el marco más tradicional de los riojanos.

Nos vemos en el Puchero