En el marco de la asamblea general de la Asociación de Empresas Organizadoras de Congresos de Madrid y centro (OPC_Madrid) se ha celebrado un debate centrado en la eventual aplicación de la inteligencia artificial en la actividad de las empresas organizadoras de eventos. La jornada ha tenido lugar en el hotel intercontinental de Madrid y ha estado moderada por el presidente de la Asociación de Empresas Organizadoras de Congresos David Abreu.

Aplicación de la inteligencia artificial

El debate comenzó con una simulación en la que el ChatGPT tras recibir los parámetros pertinentes redactó la convocatoria de la asamblea general. La simulación aún sin ser 100 por 100 exitosa, mostró el potencial que la IA puede tener en el sector. La IA mostró que puede ser útil desde el punto de vista de la producción para los profesionales y de alguna forma puede ayudar a combatir el síndrome de la «hoja en blanco» ya que permite desarrollar un trabajo inicial que posteriormente se debe corregir.

La Inteligencia Artificial es una herramienta con mucho potencial, pero en ningún caso es autónoma,

La intervención de Simón Fernández Castro, creative art director & architect de Parafina Comunicación, se centró fundamentalmente en la aplicación de imágenes creadas mediante la inteligencia artificial y defendió la utilización de estas herramientas como inspiración. Se analizaron las limitaciones que presenta la IA, cuando realiza imágenes conceptuales el resultado es aceptable, mientras que si la temática es específica las imágenes generadas son imprecisas y en algunos casos erróneas. En su intervención Simón Fernández Castro destacó los problemas de veracidad y de propiedad intelectual que se pueden originar, así como la eventual destrucción de empleo que su uso pudiera suponer.

Charlie Alonso, project engineereing I+D+I Department de Aicox Solutions, enfocó su intervención sobre «la predicción». La inteligencia artifical no está “entrenada” para decir la verdad, sino que su gran cualidad es su capacidad de “entender” lo que se le solicita y a partir de ahí elaborar una redacción un texto o una imagen. La clave está alimentar a la IA con parámetros precisos y adecuados a fin de obtener el resultado deseado.

El debate finalizó con la intervención del director de CONEXO y presidente del Grupo NEXO, Eugenio de Quesada que hizo hincapié en la exigencia de requerir un extremado rigor y cuidado al usuario de la IA para la elaboración de los documentos.

Para que esta herramienta genere un artículo, es necesario un primer nivel de conocimiento que permita establecer los criterios y suministrar una correcta selección de la información y de los parámetros. Una vez generado un texto, es fundamental la revisión del documento elaborado por la IA por parte de un experto con criterio a fin de corregir los errores en que la IA haya podido incurrir. Por otra parte, este tipo de herramientas “aprenden” con el consiguiente problema de poder estar dando información a compañías de la competencia al ir enriqueciendo una herramienta que se alimenta de entornos compartidos.

Eugenio de Quesada alertó también del problema que se genera al basar el aprendizaje de la IA sobre los gustos y hábitos del receptor, puesto que de esta forma se sesga la información que se recibe. Preguntado a este respecto el presidente de la Asociación de la Inteligencia Artificial ha declarado que su interés es el de crear «yonkis digitales».

La conclusión unánime fue que la IA es una herramienta con mucho potencial, pero en ningún caso es autónoma, y necesita de la supervisión de un experto a fin de generar el resultado requerido.